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Neumonía en adultos mayores: ¿Cómo mantener a nuestros abuelitos a salvo?
21 de enero del 2020

Existen diferentes grupos de edades con mayor riesgo de contraer una enfermedad. Tales son los casos de niños y adultos mayores. Ya que son más vulnerables a ciertos cambios que presenta el ambiente cada época del año. Por ejemplo, durante esta temporada de frío, es particularmente importante poner atención al importante riesgo que tienen las personas de la tercera edad a padecer neumonía. 


La mejor manera de prevenir este padecimiento y estar preparados para cuidar nuestra propia salud, si es que ya somos adultos mayores, o de cuidar la salud de un ser querido en este rango de edad, es estar informados sobre el tema.


¿Qué es la neumonía?

La neumonía es un proceso infeccioso de los pulmones provocado por bacterias, virus u hongos, que se caracteriza por la presencia de fiebre alta, escalofríos, dolor de cabeza, tos, expectoración y dificultad para respirar.


Se caracteriza por la multiplicación de los microorganismos en el interior de los alvéolos, esto provoca una infección en los pulmones e, incluso, afecciones respiratorias. Cuando el cuerpo lucha por combatir la infección, los alvéolos pulmonares se inflaman y se llenan de fluidos. La respiración se vuelve difícil y dolorosa.


Es la infección que provoca más ingresos hospitalarios, sobretodo en el caso de personas de la tercera edad, ya que son extremadamente vulnerables a ésta enfermedad. La incidencia es más alta durante el invierno. 


¿Cómo detectar a tiempo la neumonía?

Cuando se detecta a tiempo, es controlable; ante las primeras manifestaciones, que llegan a confundirse con una gripe. 


Es por eso que, ante cualquier cuadro respiratorio, no debemos automedicarnos. Lo que se debe hacer inmediatamente es consultar un médico, sobre todo si el paciente se trata de una persona en mayor riesgo de padecer neumonía como los niños pequeños o los adultos mayores. 


Esto con el fin de obtener un diagnóstico certero, pues es común que, al pensar que sólo se trata de un resfriado o una gripe, no prestemos atención a los síntomas.



Síntomas

A pesar de que hemos señalado que en época de frío es importante consultar a un médico ante cualquier cuadro respiratorio en niños pequeños y adultos mayores para prevenir una neumonía, también es importante conocer los síntomas que puede presentar esta enfermedad, aunque no es recomendable esperar a que aparezcan estos síntomas para consultar a un médico.


Algunos de estos son: tos acompañada por flema, fiebre de más de 39 grados y un malestar intenso general.

La neumonía puede diagnosticarse en un consultorio mediante auscultación, y la mayoría de las veces con la revisión clínica es más que suficiente para iniciar el tratamiento.


Si hay dudas, lo mejor es hacer estudios para corroborar el diagnóstico, como una radiografía de tórax o análisis de sangre y flema.


Tratamiento

Una vez hecha la consulta al doctor y diagnosticada de manera correcta, es posible controlar la neumonía por medio de intervenciones sencillas y medicamentos, siempre y cuando los pacientes lleguen a tiempo con el médico.




No acudir al doctor y automedicarse sólo enmascara y oculta el cuadro clínico, lo cual puede hacer que la infección nos afecte con más fuerza, lo cual hace que la enfermedad sea más difícil de tratar.


Prevención

Podemos tomar las siguientes medidas para mantener a nuestros seres queridos y a nosotros mismos a salvo de las enfermedades respiratorias con los siguientes pasos:


-Lavado de manos frecuente con agua y jabón o uso de alcohol en gel.

-Vacunarse contra el neumococo e influenza estacional.

-La forma correcta al toser o estornudar es cubriéndose la nariz y boca con el ángulo interno del brazo (estornudo de etiqueta).


Si ya presentamos síntomas o se nos ha diagnosticado una enfermedad respiratoria:


-Uso de cubrebocas.

-No escupir. Si es necesario expulsar las secreciones, hacerlo en un pañuelo desechable, meterlo a una bolsa de plástico y tirarla a la basura.

-Ventilar y permitir la entrada de sol en casas, oficinas y cualquier lugar de reunión.

-Evitar acudir a lugares concurridos.

-Si es posible, mantenerse en casa.

-Tener especial cuidado con los problemas respiratorios en niños y personas de la tercera edad.


Ahora que tienes esta información puedes ayudar a prevenir una enfermedad respiratoria grave como la neumonía en tus seres queridos. Recuerda siempre que lo más importante es evitar la automedicación y acudir con un médico. 




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